Artemisa, la madre de todas las hierbas medicinales

Artemisa, la madre de todas las hierbas medicinales

La Artemisa (artemisia vulgaris), es una planta de la familia de las asteráceas, nativa de las zonas templadas de Europa, Asia, y Norteamérica. En estos lugares crece normalmente como maleza. A pesar de que la Artemisa es naturalmente tóxica, por la presencia de tujona, un aceite esencial de propiedades convulsivantes, ya en épocas antiguas se la conocía por sus propiedades medicinales.

El nombre de la planta proviene de la muy venerada diosa griega del mismo nombre. Artemisa, o Artemis, era hermana de Apolo, y al pasar al mundo romano se le conoció como Diana, la Cazadora.

La importancia medicinal de la planta era tal, y tan antigua, que se la consideraba “madre de todas las hierbas”. Era especialmente indicada para las molestias propias de la mujer, y por tanto se la reconocía como un regalo de la misma diosa. Se preparaban infusiones con sus tallos y, si se la hervía con vino, y se aplicaba en forma de compresas sobre la pelvis, regulaba la menstruación, además de evitar el aborto en las embarazadas.

Sin embargo, las propiedades de la planta fueron descubiertas espontáneamente en varias regiones. Por ejemplo, puede observarse a los sacerdotes de Isis llevar una rama de Artemisa al ir en procesión. Del mismo modo, los chinos fabricaban pequeñas figuras empleando Artemisa, conjurando de este modo el infortunio. Las curanderas, por su parte, utilizaban las hojas de la planta para tratar picaduras.

Muchas creencias enriquecen el uso de la Artemisa. Por ejemplo, se decía que, si se tomaba una infusión de Artemisa el quinto día del quinto mes del año, se invocaba un año entero de buena suerte. Asimismo, se consideraba mejor obtenerla el día de San Juan. Sin embargo, podía hacerse cualquier viernes antes de la salida del sol. Con las plantas obtenidas se fabrican pequeñas coronas que se cuelgan tras las puertas, asegurando el bienestar del lugar, contra todo tipo de hechizos. Cuando la mala suerte aqueja, recomiendan colocar siete hojas de Artemisa en una caja de madera, y dejarla en la habitación principal de la casa. También se consideraba que la Artemisa protegía contra el rayo, los venenos, y los animales salvajes.

Finalmente, durante una caminata larga, se lleva consigo una rama de la planta, para luego prepararse un pediluvio con ella. Luego, al arrancar nuevamente, podremos estar seguros de que el esfuerzo no nos afectará.

La Artemisa actualmente es recomendada porque mejora la visión y la vinculación con el inconsciente. Es una planta que conecta a las mujeres con la energía de su ciclo menstrual. Asimismo, mejora el sueño. También se llegó a utilizar como purgante, pero este uso ha disminuido actualmente, por la cantidad de alcaloides que posee, que pueden producir efectos secundarios en dosis altas.

La Artemisa es recomendada en caso de digestión difícil o lenta, y en caso de anorexia. También en caso de anemia, o de déficit de la función renal. Por otro lado, el té de Artemisa es capaz de disolver coágulos de sangre que hayan sido retenidos luego de un aborto, sea cual sea que haya sido la razón que lo produjera.

La Artemisa es la planta muy útil, con la que se fabrican los habanos de moxa utilizados en la Medicina Tradicional China, para tonificar el Yang; por ejemplo, en casos de desequilibrios crónicos.

Escuela Dragón de Jade

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