¡Feliz día a todas las madres que, con su esfuerzo y cariño, hacen posible que la humanidad perdure!
Hoy tenemos un axioma, de las verdades como puños de la naturaleza. Es insólito afirmarlo a bocajarro, pero nos es muy útil en esta lectura:
Todos nacemos con ombligo.
No es una afirmación muy creativa y, sin embargo, en su incontestable obviedad, revela grandes verdades.
La cicatriz umbilical, resto de nuestra primera conexión con el mundo (la conexión con nuestra madre, dentro de la cual estuvimos y de la cual fuimos, al menos brevemente, parte), es considerada nuestra primera boca.
A través del ombligo encontramos la nutrición proporcionada por la placenta, fuente de los nutrientes necesarios para que hoy estuviéramos aquí, leyendo estas líneas, medrando en el mundo.
Aunque algunas personas no permanezcan con ombligo, todos necesitamos de él entre la concepción y el nacimiento para alimentar nuestra energía ancestral. Esta es nuestra reserva energética que, desde la fisiología de la Acupuntura Bioenergética, nos sirve de ahorro energético ante los embates del ambiente, cuando no podemos detener solos el avance de la enfermedad. La energía ancestral es herencia de nuestros padres, y gracias a ella vivimos en el mundo.
La energía ancestral, el regalo de nuestros antecesores, legado por nuestra madre, nos conecta no sólo con la carga de Qi de nuestros antepasados, sino con la esencia misma de la vida, el proverbial hálito vital que nos diferencia del barro.
Visto desde la Medicina Tradicional China, el ombligo es, de hecho, un importantísimo punto de acupuntura. Se le conoce como Shen Que (el Palacio del Espíritu), y se le cataloga como el punto número ocho del meridiano Ren Mai, también conocido como Vaso de la Concepción, o Vaso Concepción.
Desde un punto de vista metafísico, se dice que a través de este punto el alma entra y sale del cuerpo. Además, con este punto de acupuntura completamos el tratamiento de las enfermedades que tienen un componente hereditario. Entre sus funciones, tonifica el Yang; fortalece el Yang del bazo; fortalece el Yuan Qi; restablece la conciencia; transforma la acumulación de frío y humedad.
¿Cómo tratar al paciente empleando este punto?
En primer lugar, es menester recordar que la puntura de este punto está totalmente contraindicada. Sólo debe usarse moxa sobre una base de sal, o jengibre. Los antiguos textos de Medicina Tradicional China así lo afirman. Podemos añadir que es natural que la cicatriz umbilical sea reservorio de bacterias, entre ellas estafilococos y estreptococos, y por ello pincharlo es, además de doloroso, perjudicial.
Como soporte científico, hay estudios que revelan que la moxibustión del punto Shen Que favorece el tratamiento de la Enfermedad de Crohn, mucho más allá del efecto placebo.
¿Qué se experimenta?
Hay pacientes que refieren calor que irradia en el abdomen, especialmente sobre la vía del Ren Mai. Esto es buena señal, porque revela movilización de Qi, y buen efecto de la terapia con moxibustión.
Escuela Dragón de Jade